Artículos de Salud y Cuidados

Artículo 1

Salud y medios de comunicación: donde las enfermeras no existen

Autor: Manuel Ángel Calvo Calvo

Publicado en: Salud y Cuidados [online]. 2004; 8. Disponible en <http://www.saludycuidados.com/numero8/editorial8.htm&gt;

Hay que felicitar a los medios de comunicación por el gran esfuerzo que hacen para divulgar a los ciudadanos legos en salud, los temas de salud que abordan. Los medios, en calidad de mediadores entre la noticia o el hecho y los públicos, son los que transmiten percepciones y visiones determinadas de los hechos a la sociedad, porque este papel de intermediarios les hace ser no el cuarto poder, sino simplemente el poder.

Declarada el esfuerzo e importancia de los medios, no puedo decir lo mismo sobre la visión de la salud que en general dichos medios de comunicación, quizás no intencionadamente transmiten a sus receptores, bien sean lectores, oyentes, teleespectadores o internautas.

Suelen los medios realizar su programas y espacios dedicados a temas de salud, desde un concepto de salud totalmente biomédico que ya que no se ajusta a la evolución que en los últimos años ha sufrido dicho concepto. Baso esta apreciación, tras analizar las distintas ediciones de programas de radio o televisión o las páginas de la prensa escrita o de la web, al observar repetidamente que los médicos y ocasionalmente, los farmacéuticos, son casi los únicos profesionales de la salud a quienes prestan sus tribunas para divulgar los temas de salud, y para que expongan su labor en la resolución de los problemas de salud abordados.

La conclusión de los receptores de dichos medios de comunicación no es otra que la de concebir que el médico sigue siendo el único profesional de la salud con conocimientos y facultades sobre temas de salud, y que el diagnóstico y al tratamiento médico son las únicas armas para resolver los problemas de salud.

Y la realidad es que como comprobamos a diario y sin restar importancia al quehacer del médico, la contribución de las enfermeras y otros profesionales es igualmente imprescindible para abordar las distintas situaciones de salud y resolverlas con efectividad. Esta visión transmitida a los receptores sobre el concepto de salud, se me antoja parcial y queda alejada de los actuales modelos de salud. El diagnóstico y el tratamiento médico aisladamente y por sí solos no resuelven los problemas de salud en las personas enfermas, y sin querer entrar en temas de prevención y educación para la salud. Si no se satisfacen las necesidades humanas básicas que quedan descubiertas al aparecer la enfermedad, mediante los cuidados brindados por las enfermeras, el paciente no recuperará la salud integral por muy acertados diagnósticos y tratamientos médicos.

Por ello hoy se entiende que la resolución efectiva de los problemas de salud se realiza mediante el trabajo en equipo multidisciplinar formado por el médico, farmacéutico, psicólogo, trabajador social,… y como no el enfermero, siendo este equipo el responsable del mantenimiento de los niveles óptimos de salud integral en las personas, la familia y la comunidad.

Tenemos que transmitir a los medios de comunicación que los enfermeros somos profesionales de la salud también con gran parte de culpa en la resolución de los problemas de salud y en la prevención de la enfermedad. Que nuestro grado universitario que esperemos sea pronto reconocido como licenciatura, nuestro quehacer continuado durante 24 horas junto al paciente, nuestro desarrollo profesional, científico, investigador y docente, hacen de nosotros unos profesionales con unas aportaciones y visiones específicas sobre la salud. Y por tanto, que todo esto hace que tengamos argumentos científicos y conocimientos para hablar, aconsejar y enseñar a la sociedad sobre las cuestiones de salud desde los medios de comunicación.

Por eso animo a las enfermeras a que enriquezcan la salud de los espacios que los medios dedican a temas de salud con las aportaciones y visiones de enfermeras y enfermeros. Somos consciente de que por un cúmulo de circunstancias, la imagen de nuestra profesión enfermera en la sociedad no es muy prestigiada científicamente, pero sabemos que nada tiene que ver con la realidad. Por eso, a las enfermeras tenemos que hacer todo lo posible para que los medios y la sociedad conozcan nuestras aportaciones a la salud, nuestras sociedades científicas, nuestras escuelas universitarias, nuestras revistas científicas, las investigaciones que llevamos a cabo, el gran nivel de nuestros congresos científicos, donde los hay desde los dedicados a la Historia de la Enfermería, a la Enfermería nefrológica, a los trasplantes, a la salud mental, a la atención primaria, hasta los de cuidados intensivos o los cuidados en urgencias y emergencias.

Tenemos que hacer todo lo posible para que esos medios que nos ignoran, conozcan la verdadera calidad profesional, científica y humana de las enfermeras y lo mucho que aportamos a la salud de las personas, y lo que es más importante, se lo transmitan fielmente a la sociedad y así esta no nos ignore. Si no estamos en los medios, no existimos.

Por tanto, tenemos que conseguir las enfermeras, que los mediadores entre las noticias, la información y la sociedad nos conozcan más y cuenten con nosotros en sus espacios. A este respecto, cada una de las enfermeras podemos desplegar distintas estrategias, ninguna de ellas fáciles y garantes del éxito. Pero sí tienen mucho trabajo que realizar a este respecto nuestras organizaciones enfermeras profesionales, laborales y científicas, y hasta ahora, bien por desidia o desconocimiento de esta realidad poco han hecho.

Artículo 2

Estrategia para potenciar la imagen de las enfermeras en los medios de comunicación

Autor: Manuel Ángel Calvo Calvo

Publicado en: Salud y Cuidados [online]. 2002; 1. Disponible en <http://www.saludycuidados.com/numero1/imagenfermeria.htm&gt;

La población siempre se ha interesado por los temas de salud y enfermedad. En la sociedad actual, este interés no ha decaído. Por el contrario, cada vez está más interesada en conocer el estado actual, los avances o las perspectivas futuras de temas relacionados con la salud y la enfermedad.

Los actuales medios de comunicación y los que elaboran la información que emiten, son conocedores de esa realidad y saben que gran parte de su audiencia se interesa y demanda información relacionada con temas de salud y enfermedad. La consecuencia de este interés es que cualquier periódico, radio o televisión, dedica importantes espacios, e incluso secciones y programas exclusivos para abordar dicha temática. Es muy normal por tanto, que no sólo en esas secciones exclusivas que los medios dedican a temas de salud, sino que en cualquier espacio de información general, de formación o de entretenimiento, se aborden esos temas sanitarios que tanto interesan a su audiencia.

Y es muy normal también que el medio de comunicación, y los periodistas que elaboran esa información sobre salud, lo hagan desde un punto de vista, exclusivamente biomédico. Es decir, por el tratamiento informativo que el periodista da a un hecho sanitario, suele ocurrir que el médico, y lo que éste y su ciencia aportan a dichos temas de salud, se convierten en el principal, o casi siempre, en el único protagonista de ese hecho noticioso. Con este modo parcial de tratar los temas de salud, el periodista transmite a su audiencia una información sesgada que ignora las importantes y específicas aportaciones que en procesos de salud y enfermedad, realizan las enfermeras y otros profesionales de la salud.

Este sesgo o tratamiento biomédico que suele caracterizar a las informaciones sanitarias que aparecen en los distintos medios, trae lógicas consecuencias. Una de ellas es que los medios conforman una imagen exclusivamente biomédica de ese hecho y de los actores que intervienen en ese hecho, y esa imagen no ajustada a la realidad, es la que transmite y llega a su audiencia. Otra consecuencia de este sesgo informativo biomédico, es que contribuye a que los individuos y la comunidad desconozcan cual es la aportación real de las enfermeras en los procesos de salud y enfermedad que potencialmente les pueden afectar, y por tanto, desconocen los beneficios que pueden recibir a cambio de la prestación de cuidados por las enfermeras.

Esta parcialidad, desigualdad e incluso ignorancia, con que el periodista y los medios tratan a las enfermeras con respecto a otros profesionales de la salud, en sus informaciones, es responsabilidad de ambas partes, de periodistas y enfermeras. Es obligación del periodista, tratar de presentar a su audiencia informaciones veraces y lo más objetivas y completas posibles. Si el periodista ignora a las enfermeras en sus informaciones sobre salud, consciente o inconscientemente o por desconocer lo que realmente las enfermeras son y aportan a los procesos de salud y enfermedad, no cumple con su obligación ética de presentar la realidad a su audiencia, de la forma más objetiva y completa posible. Pero también las enfermeras tienen su cuota de responsabilidad. Si el periodista y el medio no conocen las aportaciones y quehacer de las enfermeras, probablemente es porque las enfermeras se dan poco a conocer a los medios y a la sociedad.

Lo anterior hace necesario que las enfermeras, individual y colectivamente, deban dar a conocer a los periodistas y a los medios, la especificidad de su contribución a los procesos de salud y enfermedad de los individuos, la familia y la comunidad. Sólo así se podrá conseguir que los profesionales de la información modifiquen el tratamiento que hacen de las noticias sanitarias, abandonando el exclusivo sesgo biomédico, no ajustado siempre a la realidad, con que caracterizan a sus informaciones, e incluyan en ellas a las enfermeras y su rol.

Una de las estrategias posibles para conseguir que a las enfermeras no se las ignore como protagonistas en las noticias de salud que emiten los medios, es la de que las enfermeras, individualmente y colectivamente, contacten con el medio y con el profesional que elaboró dicha noticia. Que las enfermeras, incluso individualmente y mientras más numero mejor, informen directamente al periodista sobre la contribución específica que realizan las enfermeras en un determinado tema e invitarle a que cuente con ellas para sucesivas informaciones es un buen método para que los periodistas y medios comiencen a conocer y valorar a las enfermeras, con arreglo a la realidad. El teléfono, el correo electrónico e incluso la entrevista personal, pueden ser medios válidos para entablar ese contacto con los medios y los periodistas. Si en un medio se recibiesen diariamente sólo una, dos, tres o cuatro comunicaciones de enfermeros, seguro que alguna se publicaría, e incluso algún día sería el periodista quien recurriese a las enfermeras para completar sus informaciones.

Un ejemplo real

El pasado veintisiete de febrero, en la primera edición del Telediario de TVE –de difusión nacional-, se emitió un reportaje sobre la donación y trasplantes de órganos. Dicho reportaje tenía como escenario a la Comunidad andaluza y más concretamente, los Hospitales Universitarios «Virgen del Rocío» de Sevilla. En dicho reportaje, la redactora entrevistó al médico coordinador de trasplantes de Sevilla y a un enfermo beneficiado con la recepción de un órgano trasplantado. Varias veces durante el mencionado reportaje, la redactora se refirió a los médicos, con expresiones tales como “estos médicos que hacen posibles los trasplantes…” o “con este trasplante los médicos han logrado…”, etc. Aunque en las imágenes de dicho reportaje aparecían enfermeras, la redactora las ignoró pues en ningún momento las mencionó ni se refirió a ellas.

Evidentemente, TVE y la redactora que realizó dicho reportaje trató el tema de los trasplantes, de un modo incompleto y aplicando un sesgo biomédico exclusivo. El resultado fue que la audiencia que vio dicho reportaje, no pudo obtener otra conclusión más que los médicos son los únicos profesionales de la salud que intervienen en los programas de donación y trasplantes de órganos y por tanto, los únicos responsables del éxito y buen funcionamiento de estos programas de donación y trasplantes y del beneficio que reciben los enfermos que se trasplantan.

La respuesta de un enfermero a TVE

Los enfermeros y sobre todo los que trabajamos en unidades de trasplantes, sabemos que ese reportaje esta incompleto y que por nuestro quehacer, tenemos una parte de la culpa, mucha o poca, de que los programas de trasplantes sean un éxito y los enfermos se beneficien de las ventajas que les supone el haber recibido un órgano trasplantado. Y para que se enteren los medios, periodistas y sociedad, tenemos que perder el miedo y contarlo.

Una hora supuso el encontrar las direcciones de correo electrónico de TVE y de TVE-Andalucía, así como redactar y enviarles el siguiente mensaje:

«Muy Sres. míos: El motivo de dirigirme a Uds., es el de hacerles algunos comentarios, sobre el reportaje de donación y trasplante de órganos que han emitido en el Telediario Primera Edición, el día 27 de febrero de 2002. Dicho reportaje tenía como escenario a la Comunidad andaluza y más concretamente, los Hospitales Universitarios «Virgen del Rocío» de Sevilla, por lo que imagino que dicho reportaje fue realizado en el Centro de TVE-Andalucía. Por la contribución tan positiva que este tipo de información hace a los programas de donación y trasplantes de órganos, merecen que se les felicite y se les anime a fomentar esos espacios de divulgación sobre la donación de órganos y otros temas de salud. Igualmente, decirles que la forma de dicho reportaje, a mi juicio, merece algunas consideraciones. Una de ellas, la más importante a mi modo de ver, es que tras contemplar dicho reportaje, una de las conclusiones que se extraen es que los médicos son los únicos profesionales de la salud que intervienen en los programas de donación y trasplantes de órganos y por tanto, los únicos responsables del éxito y buen funcionamiento de estos programas de donación y trasplantes. Y siento decirles que nada más alejado de la realidad, de esa realidad «completa» que el periodista debe intentar transmitir a su audiencia, tal cual es. Miren, para que la extracción de un órgano de un donante y su posterior implante en un enfermo receptor se haga con éxito, es necesario el trabajo en equipo y coordinado de diversos profesionales de la salud, lo que conocemos como equipo multidisciplinar de salud. En dicho equipo multidisciplinar hay médicos, como Uds. han señalado en su reportaje, pero también hay enfermeros y enfermeras (Diplomados Universitarios en Enfermería), a los que Uds. no se han referido ni mencionado para nada en dicho reportaje. Y como en todo equipo, el éxito y buen funcionamiento de los programas de donación y trasplantes de órganos depende del trabajo coordinado y conjunto de médicos y enfermeros, auxiliados por auxiliares de Enfermería, celadores y conductores, etc. Les podría suministrar muchísimos argumentos sobre lo imprescindibles e insustituibles que son las aportaciones de las enfermeras para el éxito de los trasplantes de órganos, pero no es el objeto de este correo. A este respecto sólo señalarles que:

– En la Organización Nacional de Trasplantes y en la Coordinación Autonómica Andaluza de Trasplantes, hay destacadas enfermeras ocupando cargos de especial responsabilidad.

– Varias sociedades científicas de Enfermería, se ocupan de los trasplantes de órganos y tejidos.

– La mayoría de Coordinadores Intrahospitalarios de Trasplantes son enfermeras, cuyo papel es trascendental en el aumento del número de donaciones y trasplantes, pues estas enfermeras son claves a la hora de obtener el consentimiento de la familia de un posible donante de órganos, para que consienta la donación.

– Los enfermeros participamos activamente en el proceso de extracción e implante de órganos.

– Y lo que es más importante, los enfermeros cuidamos del enfermo, durante las veinticuatro horas de cada día, desde que se le trasplanta el órgano hasta que es dado de alta.

Como Uds. comprobarán, por nuestro grado académico y nuestro desempeño profesional, los enfermeros tenemos muchas cosas que contar y decir sobre los trasplantes de órganos, así como sobre cualquier proceso de salud o enfermedad, en los individuos, la familia o la comunidad. Por ello, permítanme invitarles a que cuando informen sobre algún proceso de salud o enfermedad se acerquen también a las enfermeras, cuenten con su opinión y la expongan a su audiencia. Les aseguro que si lo hacen, estarán presentando a su público una realidad «más completa» de nuestro Sistema de Salud. Y desde luego, quedo a su disposición si precisan alguna aclaración sobre lo anterior o colaboración sobre cualquier tema de salud. Les agradezco la atención prestada. Fdo: Manuel Ángel Calvo»

No es la única, pero desde luego es una estrategia válida y aconsejable para que en las redacciones de los medios se comience a conocer a las enfermeras y a su quehacer, y se cuenten con ellas a la hora de elaborar las distintas informaciones sobre salud. Sólo hay que disponer de una hora y de mucho entusiasmo para que la profesión enfermera avance.

 

 

 

 

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